La ciudad inmersa en un sueño profundo me indica que he de comenzar mi trayecto.
Ya no más duda, no más holgazanería, hay que caminar…
Porque ya no es un sueño lo que comparto, es una realidad, una realidad que a todos nos compete. Tal vez no sea el más adepto para hablar de ello, pero nunca me he medido, así que comencemos la travesía.
La gente despierta con una idea en la cabeza, una batalla donde dos contrincantes se enfrenta pero uno de ellos saldrá victorioso o ambos pueden quedar en la inconformidad y con un sabor amargo aunque significativo.
Las esperanzas de un pueblo, de una nación, convergen y se transmiten en una pasión que se respira por todos lados, hoy empieza ese hedor que se impregna en cada habitante y se transmite de poro a poro, de piel a piel.
Hoy inicia el mundial…
Todo una algarabía, toda una espera, una hibernación que lleva en espera cuatro largo años. Las personas cambian su personalidad, el aire se vicia con un tono a esperanza.
La noche guarda en su bolsa la emoción de la raza, la euforia de una nación y es así como se siente la noche anterior.
Al día siguiente, dará incio a la batalla entre los gladiadores, que dispuestos a dejar todo en el terreno de combate, pelearan como nunca enalteciendo a su país representado. Son la selección nacional, un grupo de personas que se han preparado durante la hibernación para hacer retroceder a sus competidores, a estos invasores y usurpadores, y demostrar porqué están donde están.
Y es así como me despido dejando en claro que no todo es bueno o malo, pero la afición así como la sangre, se llevan en cada uno de los pobladores. Y no queriendo sonar partidista, pero como aclaré se lleva en la sangre, se lleva en la piel…
ADELANTE SELECCIÓN MEXICANA!!
Saludos y dulces sueños…
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